ENTRENAMIENTO FUNCIONAL

El entrenamiento funcional se centra en mejorar las capacidades y movimientos que se utilizan en la vida diaria. 

A diferencia de otros enfoques que se concentran en trabajar grupos musculares específicos, el entrenamiento funcional busca desarrollar la fuerza, la coordinación, la flexibilidad, el equilibrio y la resistencia de manera integrada, replicando movimientos naturales y multiarticulares.

Este tipo de entrenamiento utiliza una variedad de ejercicios que involucran el cuerpo entero, con el fin de mejorar el rendimiento en actividades cotidianas, deportivas o laborales. Los ejercicios funcionales suelen incorporar movimientos como empujar, tirar, levantar, girar o agacharse, y se realizan con herramientas como pesas, bandas elásticas, balones medicinales, kettlebells o el peso corporal.

Una de las principales ventajas del entrenamiento funcional es que está diseñado para adaptarse a personas de todos los niveles de condición física, ya que los ejercicios pueden ser modificados según las necesidades y capacidades individuales. Además, contribuye a prevenir lesiones al mejorar la estabilidad del core y la movilidad de las articulaciones.

En resumen, el entrenamiento funcional es una forma de ejercitarse que tiene como objetivo mejorar el rendimiento global del cuerpo, haciéndolo más eficiente y preparado para enfrentar los desafíos de la vida diaria.